Creo que he aprendido a establecer treguas.El polvo que espanta y lacera mis ojos de espanto... se ha dedicado a mostrame que no es tan malo. Lo pinta todo de sí mismo, es decir de cafe y todo el medio se ve ambarino.
Ya no me molesta salir y tratar de aguantar la respiración porque di una vuelta en el carro con la ventana abajo o andube por las calles de la Delegacion, no ya no me molesta... las microparticulas de polvo que conviven ahora conmigo, me han enseñado algunas cosas. Entre ellas: que solo es polvo y que no mata, a lo menos solo contamina... el hecho ha sido ya no uirle ni mucho menos temerle, que es mas facil y agradable verle como como un acompañante y no como una carga. Al fin de cuentas yo seguire estacionado ahí...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario