21.2.08

la cercania si hace el olvido!!

Ya hace rato que vivo por aquí. Por la frontera de México. Una de sus fronteras pues. Cinco años para ser precisos. Recuerdo el día que llegue. 15 de septiembre de 2002, día de la Independencia de México y yo saliendo del aeropuerto me topo con la frontera. ¡hasta aquí fue el mensaje! y así lo entendí. Y los valores de la Independencia, y luego los de la Revolución? Qué no se trataba de igualdad y progreso -me pregunte-.
Ya no dije nada, no chiste -como dice la gente-, solo me quedé mirando. Me impacté, tome un taxi, seguí mirando y mirando, y seguia avanzando. La frontera siempre a lado derecho, apuntando al oeste, hasta topar con el mar. A la luz del tiempo creo que lo que sentí fue miedo y por supuesto indignación. Pesaba en toda esa gente que todos los días cruzan y en todos aquellos que pierden la vida.
Ya instalado, todos los días desde la ventana de casa veía la frontera. Aquella varda metalica oxidada, semifija y grotesca. Todos los días sucesivos la veía. Por las noches los coches que salian de Playas (la colonia donde vivo) la iluminaban un poco y la seguia viendo. Pero la veía diferente, finalmente tuve el sindrome del fronterizo.
Aquí en la frontera se dice que los fronterizos no ven una frontera, solo una línea divisoria.
Esto no lo comprendía hasta reciente tiempo y despues de pasado el tiempo. La frontera se disuelve en la cotidianiedad y en el paisaje urbano. Solo queda eso, una barda o malla que solo divide y que impide el paso. -De este lado el amontonamiento y de aquel el orden y la limpieza-. La línea divisoria, divide en efecto las ideologías y la historía de dos pueblos, razas, naciones, gentes que por DESTINO les toco la vecindad y la convivencia.
Ahora me he cambiado de departamento. Ya no tengo esa ventana donde ver la frontera. Lo que veo ahora es la ciudad de San Diego, el Puente Coronado y los helicopteros vigilantes. Mi ventana se ha vuelto mas amable a los ojos. La frontera siempre esta presente, pero ha cambiado de cualidad. Me sigue molestando su presencia y su concepto, me enrabia lo que representa, es decir, se quedo la indignación, pero se fue el miedo. Es un gran paso pienso. Falta trabajar y resistir tanto, y espero algún día se valla la indignación, junto con la desaparición de la frontera. Por lo pronto, la línea aquí se queda.

No hay comentarios.: