11.10.04

tú cadera, haaa... tú cadera

No se si es normal. Parece que es una maldición siempre encontrate por donde voy. A veces no se si mis ojos se clavan ahí, o es tu cadencia la que los atrapa. Me he puesto a pensar en lo que hacen mis ojos. Se postran tras de ti, sobresaliente, delgado y perfilado, langido y sinuoso, culto y bulgar. Creo que ya no los domino. No se, aveces me siento mal porque no puedo contenerlos y mucho menos entenderlos, solo se que ahí estan. Te siguen buscando casi naturalmente y tú, ahi, presta... cadera infame, femina y fugas. Has de pensar que son mis hojos los que se enferman de tí, pero no, eres tu que no te sabes esconder.

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