11.12.08

La fiesta de las balas

Ya hace meses que las charlas de café, en las sobremesas despues de comer, en las plazas comerciales, en los hogares y entre los amigos, el tema de referencia es la inseguridad que se vive en la Ciudad.

En Tijuana que cada día dormimos y amanecemos con la nota roja. Uno sólo espera conocer a cuántos se hecharon ayer.

¡Ya no salgas!

¡ni te acerques a Otay!

¡no vallas al Fundadores, el 2000 o al Insurgentes!

¡Rosarito esta más caliente que Tijuana!

¡se estan disputando la Plaza de Playas!

Todo mundo tiene una interpretación, una teoría, un chivo expiatorio y una explicación.

En esta ciudad los ciudadanos nos hemos vuelto especialistas en la geográfia del crimen organizado. Sabemos de los Cartéles, cómo operan y dónde se desplazan. Podemos darles nombre o apodo a los sujetos: El Mayo, el Teo, el Doc, el G1, Enedina, los Zetas y los Narco Juniors son ahora parte de nuestro lenguaje cotidiano.

Existe una euforia colectiva sobre las balaceras, los secuestros, las decapitaciones y los cuerpos mutilados. La gente mira con desconsuelo, rabia y burla lo que todos los días aparece en los medios como nota principal.

Uno se cansa de tanto oir. Uno se apena de que el número de muertos sean considerados notas estadisticas: “Empieza diciembre con récord criminal: 49 asesinatos en un día” y varias páginas después: “al menos 40 muertos en Afganistán e Irak”.

Mas muertos en México que en Medio Oriente. A qué tipo de competencia hemos llegado.

El paisaje es baldío. Comados en las calles, soldados y AFI´s haciendo alarde de sus vehículos de combate, uniformes y pasamontañas que intimidan; armas largas, negras y livianas seducuendo al ojo del transeunte. Pick ups sin placas, con torretas alarmistas, apurados a llegar a quién sabe dónde. Las sirenas son tan naturales como el aire que inhalamos o el agua que tomamos.

El temor y la intimidación estan por doquier. Cualquier camioneta, cualquier persona en la calle es sospechosa de ser asesina. Ahora todos somos parte de...

Los amigos mitad en broma y mitad en serio hablan de traer contigo tú kit antibalaceras. Cargar con tú sábana blanca, tú casquillo de reserva y tú gis-pinta siluetas para en medio de una balacera te tiendas al suelo y te den por muerto para solo así poder vivir. Valla paradoja.

La realidad se ha convertido en un juego, en un cumulo de especulaciones. El único decomiso efectivo ha sido el de nuestra tranquilidad.

El juego macabro de rifles de feria que tiran a disparar para hacer bailar a la calaca de la vitrina, para verla mover sus huesitos decadentes e iluminada con foquitos color neon, es la unica certeza que tenemos.

Juego inhaudito que asemeja al cuento de Martín Luís Guzmán donde Fierro, el capitan Villista a cargo del fusilamiento de los traidores, inventa un juego donde la unica celebración es la de las balas que siguen el compas de la sangre.

Y ahí, en medio de los establos, en la noche infinita, su asistente le dice:

-Ya tengo listos los primeros diez. ¿Te los suelto?

Fierro respondió:

-Si, pero antes entéralos bien del asunto: en cuanto asomen por la puerta yo empezaré a dispararles, los que lleguen a la barda y la salten quedan libres. Si alguno no quiere entrar, tú métele la bala.

Y así día a día el juego continua...

2 comentarios:

mAgA LaLaLa dijo...

Pues si, creo q hay veces que tenemos tantas cosas en la cabeza que resulta mucho mas dificil decir algo y otras simplemente no hay mucho que decir. Este invierno intentare ver si sale algo bueno para el blog.

Ademas estoy muy emocionada porque ya tengo mi propio y exclusivo lugar para escribir (una laptop que me compre con mis ahorros de mas de 6 meses).

Creo que si ire de pasadita al festival en la noche, como a las 7.

Saludos invernales!!!

The L. dijo...

Así es, tenemos una teoria, escuchada por primera vez de un taxista que nosotros hemos aumentado y mejorado, sobre la situación en tijuas, luego te la cuento.
Yo no me acostumbro y no me quiero acostumbrar a esta situación, a esas balas que suenan.
Cada vez que escucho algo parecido a una detonación pregunto, son balazos? o cuetes, o un carro o algo que exploto...
Saludos, muchos.